Concepción Castella de Zavala
Concepción Castella de Zavala (1889–1966) fue una de las novelistas más prolíficas del llamado «primer franquismo», autora de más de veinte títulos que combinaron el romanticismo con una decidida carga ideológica tradicionalista y carlista. Nacida en Baena (Córdoba) en el seno de una familia de la alta burguesía granadina, se casó con el teniente coronel Miguel de Zavala y Lara, con quien tuvo nueve hijos, dos de los cuales serían figuras destacadas en el Carlismo posterior (José María y Juan Zavala Castella) . Su obra más conocida, Campana la de la vela… (1936), exalta los valores rurales de la Vega de Granada y abre paso a una serie de novelas –Guerra en el frente, paz en las almas (1937), Hágase tu voluntad (1938), El alférez provisional (1939)– que ensalzan el heroísmo nacionalista y carlista durante la Guerra Civil Española.
Biografía ampliada
María Concepción Castella y García‑Duarte nació el 20 de agosto de 1889 en Baena, aunque pasó su infancia en Granada, donde su padre, Ricardo Castella y González‑Aurioles, fue abogado, juez y concejal municipal, y su madre, Blanca García‑Duarte, provenía de una familia vinculada al profesorado universitario (su abuelo materno, Eduardo García Duarte, fue rector de la Universidad de Granada) . En 1915 contrajo matrimonio con Miguel de Zavala y Lara, farmacéutico militar y simpatizante carlista, y juntos tuvieron nueve hijos, entre ellos Juan, capitán de Requetés, y José María, secretario general del Partido Carlista en los años 70.
Tras la Cruzada de 1936, Castella de Zavala se alineó abiertamente con el bando nacional y el tradicionalismo carlista, publicando tres novelas de ambiente bélico en la colección Biblioteca Rocío (Guerra en el frente, Paz en las almas; Hágase tu voluntad; La Rosa del Maestrazgo) que buscaban fortalecer la moral de sus lectores a través de la exaltación del campo, la religión y la familia.
Temas y estilo literario
Ruralismo y romanticismo: En Campana la de la vela… (1936) defiende los valores del mundo rural granadino frente a la decadencia urbana, subrayando la influencia del catolicismo y las costumbres aristocráticas.
Compromiso: Sus novelas de guerra presentan protagonistas entregados al ideal carlista; la autora contrapone el «hálito empozoñado del marxismo» de la ciudad al aire puro regenerador del campo navarro.
Ficción de consumo: Escrita para un público amplio y popular, su prosa ha sido calificada por la crítica posterior como «literatura inofensiva» o «conservadurismo casero», destinada a «entretener y moralizar» en los difíciles años del franquismo temprano.
Fragmento de Guerra en el frente, paz en las almas (1937)
En esta novela, ambientada en el asedio del Alcázar de Toledo, una joven habla a su amado combatiente para infundirle esperanza y confianza en el porvenir rural de España. Leemos:
«Cuando termine la guerra y vuelvas vencedor seremos felices; cuidarás tu hacienda y seremos campesinos. Primero ganarás a España con las armas; después con el arado».
Este pasaje ejemplifica el doble mensaje de Castella de Zavala: la llamada al sacrificio bélico por la patria y la promesa de un renacer apacible bajo los principios del tradicionalismo.
Legado
Aunque sus novelas gozaron de buena acogida en la prensa, fueron rápidamente olvidadas tras su muerte en 1966, consideradas de escaso valor literario por los historiadores.
Hoy resultan, no obstante, una fuente valiosa para entender cómo la narrativa popular contribuyó al tradicionalismo en la literatura, hoy tan ocultado.
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