LA CIVILIZACIÓN CRISTIANA
La civilización no está por crear, ni la "ciudad nueva" por construir. Existen; son la Civilización Cristiana y la Ciudad Católica. No hay sino restaurarlas sobre sus fundamentos naturales y divinos acomodarlas a la marcha de los tiempos, según una ley vital de continua adaptación que conjuga certeramente la Tradición con el progreso.
Para ello, la Iglesia no tiene que renegar del pasado. Le basta con tomar los organismos rotos por la revolución y, devolviéndoles el espíritu cristiano que los inspiró, adaptarlos al nuevo medio creado por la evolución de la sociedad contemporánea.
Y no es que sea un imposible, es el único camino, posible y exigido.
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